Las toallas, en general, la ropa de baño son prendas confeccionadas con el propósito de atrapar la humedad al contacto con el cuerpo. Tras su uso, es conveniente extenderlos para que se sequen y evitar así ese “olor a humedad” tan desagradable.

Pero, ¿por qué las toallas huelen mal?. En la mayoría de los casos, ese mal olor se debe a que las toallas se han almacenado sin estar del todo secas o porque han estado mojadas y revueltas mucho tiempo en el cesto de la ropa. Incluso desprenden mal olor cuando se las deja durante mucho tiempo dentro de la lavadora. Para solucionarlo, será necesario recurrir a productos de limpieza adecuados.

Los más recomendados son el vinagre blanco (nuestro limpiador multiusos favorito), el amoniaco líquido (el mejor para quitar malos olores) y la lejía (en el caso de toallas de color blanco). Prepárate para decirle adiós a todas las bacterias, moho y esporas que causan mal olor en las toallas.

Productos para quitar el mal olor de las toallas

Un dato que tienes que tener en cuenta es que las toallas deben lavarse al menos 1 vez a la semana. Son prendas diseñadas para atrapar la humedad, por lo que es necesario lavarlas con frecuencia usando sólo jabón y 1/2 taza de vinagre. Otro aspecto a tener en cuenta es que si se utilizan a diario, como por ejemplo las toallas de gimnasio, es mejor lavarlas a diario.

Necesitas:

  • 1 par de guantes (si lavas a mano)
  • Amoniaco líquido perfumado
  • Vinagre blanco
  • Lejía (prendas blancas)

1. Con amoniaco líquido

Si las toallas desprenden un olor rancio y desagradable recurre al amoniaco líquido, uno de los detergentes más potentes del mercado. Puedes utilizarlo en ambas modalidades de lavado: ya sea a mano o lavando a máquina.

Si lavas a máquina, lo único que tienes que hacer es introducir las toallas en la lavadora, verter una generosa cantidad de amoniaco líquido (especial para lavadoras) en el cajón habitual del detergente y programar un ciclo de lavado corto, con agua caliente y centrifugado suave.

Por otra parte, si lavas las toallas a mano, hazlo siempre con guantes y en un lugar ventilado. Te aconsejamos que sigas estos pasos:

  • En un balde vierte abundante agua fría o tibia.
  • Vierte una tapa de amoniaco líquido y revuelve.
  • Introduce las toallas a lavar y déjalas en remojo unos 30 minutos.
  • Transcurrido el tiempo, escurre las toallas, enjuágalas bien y ponlas a secar.

Durante este tiempo, el amoniaco habrá cumplido su función, que es eliminar el mal olor. Si las toallas tenían manchas, no dudes en frotar en el proceso, ya que el amoniaco también ayuda a eliminar las manchas más difíciles.

2. Con vinagre blanco

El vinagre blanco es otro de los productos estrella, además de económico, para eliminar el mal olor de los tejidos. Así que, si tienes a mano vinagre blanco y un par de toallas que huelen mal, ¡no dudes en aplicar este truco para recuperar tus toallas!. Solo tienes que seguir estos pasos, no pierdas detalle.

Si lavas a mano:

  • En un balde vierte abundante agua tibia o caliente, que cubra las toallas a tratar.
  • Vierte 1 o 2 tazas de vinagre blanco (especial de limpieza). Lo puedes encontrar en cualquier supermercado.
  • Introduce las toallas a lavar. Déjalas en remojo de 30 a 60 minutos.
  • Escurre las toallas y lávalas con tu detergente habitual, ya sea en la lavadora o a mano.

El vinagre blanco también es ideal para quitar las manchas amarillas de las toallas y para blanquearlas. Además, con este producto también puedes elaborar tu propio suavizante casero, perfumado y 100% ecológico para la ropa.

Si lavas a máquina:

También puedes eliminar el olor a humedad de las toallas metiéndolas en la lavadora y agregando 1 taza de vinagre al cajón destinado al suavizante. De hecho, para las prendas de deporte y las toallas, son tejidos elaborados específicamente para atrapar la humedad, recomendamos no utilizar suavizantes comerciales.

3. Con lejía 

Si tus toallas son de color blanco, recurre a la lejía. En algunos países también se la denomina “cloro”. Como sabrás, este es uno de los mejores blanqueadores y desinfectantes del mercado. Su alta capacidad para neutralizar los malos olores de los tejidos lo convierten en nuestro favorito para limpiar tejidos de color blanco.

Eso sí, procura leer la etiqueta de lavado de prendas para saber si admiten el uso de lejía. De lo contrario, podrían romperse sus fibras y desgastarse más rápido.

En el caso de que laves las toallas blancas en la lavadora, vierte 1 tapa de lejía pura en el cajón destinado a este detergente y programa un ciclo de lavado corto, con agua fría y centrifugado suave. Si lavas a mano, ponte guantes y sigue estos pasos:

  • En un balde vierte una generosa cantidad de agua fría.
  • Añade una tapa de lejía.
  • Introduce las toallas blancas y deja que reposen en la mezcla por 20 minutos. Durante este tiempo, la lejía neutralizará el mal olor de las prendas.
  • Transcurrido el tiempo, escurre las toallas y lávalas como de costumbre.

4. Con bicarbonato de sodio

Uno de los limpiadores y blanqueadores más conocidos del mundo es el bicarbonato de sodio, un producto que también te ayudará a quitar el mal olor de las toallas. De hecho, si lo combinas con vinagre blanco, crearás un potente limpiador.

En el caso de las toallas, añade en el cajón de la lavadora 125 g de bicarbonato de sodio junto a tu detergente habitual. Introduce todas las toallas y programa un ciclo de lavado medio o largo con agua caliente y centrifugado suave.

Durante el lavado, el bicarbonato neutralizará el mal olor, quitará las manchas de grasa, comida o bebida y evitará que las prendas suelten pelusas.

Consejos para que las toallas no huelan a “humedad”

Después de aplicar estos trucos es muy importante que sepas cómo almacenar las toallas para evitar que vuelvan a adquirir humedad. Con estos 5 consejos tus toallas no olerán mal, y lo más importante, alargarás su vida útil.

1. Después de ducharte, evita dejarlas enrolladas sobre el cesto de la ropa o colgarlas en sitios cerrados. Si las dejas en el cuarto de baño, ventila esta estancia a diario, así evitarás la proliferación de la humedad por condensación (ventila el baño a diario, y de ser posible, después de cada ducha).

2. Evita meter las toallas en el mismo cesto de la ropa sucia. Al estar casi siempre húmedas, pueden trasladar ese mal olor al resto de la ropa.

3. Uno de los errores más frecuentes al poner la lavadora es no secar la ropa tras su lavado. Si dejas la ropa dentro de la lavadora durante horas, se generará moho y malos olores. Por ello, al terminar el ciclo de lavado de las toallas, tiéndelas en seguida.

4. Antes de doblar y guardar las toallas limpias, asegúrate de que están secas. De lo contrario, generarás humedad en el armario en donde las guardes.

5. Ya lo indicábamos al principio, pero es conveniente que no utilices suavizantes comerciales al lavar toallas o ropa de deporte.

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