Muchos de nosotros quizás tuvimos padres muy estrictos o tradicionales, y por ello queremos aprovechar cada etapa de nuestros hijos. No queremos renunciar a nada porque entendemos que cualquier evento de su niñez es único e irrepetible, y seguramente cuando pase el tiempo lo vamos a echar de menos.
No existe ningún padre en el mundo que no sueñe con comprar ese primer triciclo o bicicleta, jugar videojuegos o armar castillos de arena en la playa.
Gracias al talento de Diego Limonchy, diseñador e ilustrador que creó Papá 2.0, una historieta donde plasma en caricaturas su experiencia como papá primerizo de una niña, pudimos recopilar 10 cosas que a todo papá le encanta hacer con sus hijos e hijas.
1) Dormir la siesta con tu bebé es una de las cosas más relajantes del universo. Todo estrés y nervios se te esfuman en segundos cuando apoyas su cabecita sobre tu pecho.
2) Ver un partido de fútbol con tu hijo o hija es el sueño de todo papá, pero lo más divertido es comprarles toda la vestimenta deportiva, aunque a los 5 minutos de juego te pidan ver Peppa Pig y aceptes sin siquiera pensarlo.
3) Jugar en la bañera con ellos es como volver a ser niños.
4) Al principio, las series infantiles parecen un poco absurdas, pero ¿quién diría que después de 5 temporadas te terminas enganchando?. 
5) Las tarjetitas y manualidades que hacen en la escuela para ti son la cosa más tierna que te hayan regalado en la vida.
6) Armar castillos de arena en la playa es todo un proceso de aprendizaje para nosotros que no entendemos que a los niños no les interesa escucharnos.
7) Jugar en el parque es una experiencia que vale por tres: gratificante, agotante y a veces desesperante.
8) Enseñarles a desplazarse en dos o tres ruedas puede terminar siendo contraproducente, pero que lindo es verlos manejar solitos.
9) A todos nos encanta jugar videojuegos con nuestros niños. El problema es que a veces ellos se van a dormir y nosotros seguimos enchufados a la pantalla.
10) Una de las experiencias más lindas es que te quiten todo el enojo y la rabia con el simple poder de un beso. Definitivamente, solo tu hijo podrá hacerlo.
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