Conseguir un abdomen marcado es uno de los objetivos de muchas mujeres. Pero no es tarea fácil. La mayoría recurre a las abdominales tradicionales que no siempre son los más efectivas.
La respuesta está en los ejercicios isométricos, que además también benefician otras zonas como los glúteos y la espalda.
Pero, ¿cómo es el entrenamiento isométrico?: Consiste en mantener la tensión muscular sin generar ningún movimiento de contracción o de extensión del músculo. Normalmente el ejercicio debería cesar después de unos 10–15 segundos. Con estos fortalecemos zonas muy específicas del cuerpo y mejoramos el rendimiento sin necesidad de dedicarle demasiado tiempo.
Entre los muchos beneficios de estos ejercicios está la mejora del rendimiento y la fuerza muscular, requiere de poco tiempo y no necesitas material deportivo específico, además de lo fácil que resulta realizar esta actividad deportiva.
Es importante mencionar que no es una práctica recomendada para personas hipertensas o con problemas cardiovasculares.
¿Y qué tipo de ejercicios isométricos podemos practicar?: Comienza por una sentadilla estática contra la pared para trabajar muslos, espalda y glúteos. También, una plancha estática apoyándote en brazos, codos o en el lateral para ejercitar todo el cuerpo; sobretodo, abdominales, oblicuos y brazos. Otra opción es una zancada isométrica perfecta para presumir de piernas y glúteos firmes y tonificados.
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