La planta teléfono tiene muchas ventajas con respecto a las demás plantas para el hogar. Crece tanto en ambientes húmedos, como el baño y ambientes secos como la cocina.
No requiere mucha luz ni riego, lo que la hace fácil de mantener. De todas maneras, hay cuidados necesarios que tenemos que seguir para que nuestra planta no muera.
1. El riego
Aunque esta planta no requiere agua como el resto de las demás, aún así la necesita. Lo mejor es checar el estado de la tierra, si está seca, entonces es hora de regarla. Lo importante es evitar que se haga un charco de agua en la tierra, ya que esto podría ahogar la raíz, afectar su crecimiento y hacer que las hojas se vuelvan marrones. Si vivimos en climas fríos, la frecuencia de riego es menor que si vivimos en climas cálidos. Lo mejor es dejar que entre riego y riego la tierra se seque.
2. La luz
Esta planta necesita un ambiente luminoso, pero bajo ninguna circunstancia debe recibir luz del sol directa. Sus hojas podrían volverse amarillas y debilitarse.
Lo mejor es colocar la maceta de manera que reciba la luz reflejada o filtrada con una cortina o pantalla.
3. La temperatura
Esta planta necesita una temperatura entre 15 y 25º C. Si vivimos en un clima frío o en un clima caluroso con temperaturas menores a 5º C y mayores a 30º C, lo mejor es que la maceta esté en el interior o en un lugar resguardado.
4. La tierra
Lo mejor es que el sustrato en donde está colocada la planta tenga materia orgánica y minerales. También, es importante que sea aireado y permeable para no ahogar las raíces, lo que llevará a la caída de las hojas y la muerte de la planta. Si bien la planta crecerá con tierra normal, lo mejor es usar una mezcla de abono natural, como mantillo y arena.
5. El abono
Esta planta es de poco mantenimiento, pero si quieres ocuparte un poco más, puedes agregar fertilizante a la tierra. Si no quieres comprar el envasado, puedes reemplazar el nitrógeno, el calcio, fósforo y potasio con café, cáscaras de huevo y cenizas de madera. Esto hará que se estimule el desarrollo de las hojas y la raíz, mejora el color, el tamaño de la planta, y previene enfermedades.
Es importante no extralimitarse con el uso del fertilizante, ya que esto podría afectar al equilibrio del pH de la tierra. En general se estima que debe usarse 1 vez por año o cada 6 meses.
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