El agua es vida, basta con mirar un estanque instalado en un jardín para darse cuenta de ello. Punto de encuentro imprescindible de flora y fauna, este paisaje es un espectáculo cautivador de aves, insectos y otros pequeños animales.

Entre la luz que centellea al reflejarse en la superficie, el sonido relajante del agua que fluye y el canto de los terceros que vienen a saciar su sed, esta imagen viviente se renueva constantemente.

Una decoración encantadora que puede tomar muchas formas y adaptarse a todos los estilos (desde los más tradicionales hasta los más contemporáneos), pero que también constituye una fuente apreciable de frescura en épocas de mucho calor.

Los estanques y las fuentes que requieren poco mantenimiento, no deben dejarse abandonados.

Primero, es necesario distinguir su contenedor (la estructura y su reservorio) del contenido (el agua). Si el movimiento generado por la bomba limita la proliferación de algas o mosquitos, se recomienda tratar el agua periódicamente añadiendo un poco de vinagre blanco. Una operación que, además de evitar los depósitos de cal, no pondrá en peligro a los animales que acudan a beber allí.

Si tu instalación alberga plantas o peces, entonces es mejor añadir un sistema de filtración ecológico que limpie el agua de forma natural sin presentar la menor toxicidad.

No dudes en eliminar manualmente los escombros o las hojas muertas que se acumulan en la superficie. Debes mantener la estructura acorde a los materiales que la componen. Para elementos de cobre o resina, basta con un simple paño suave. Pero, para los cantos de piedra o pizarra hay que armarse con un cepillo.

Una vez al año, también es conveniente retirar el cachorro para limpiarlo con un cepillo de dientes y, si es necesario, revisar los filtros para reemplazarlos si es necesario.

En regiones frías, también es una oportunidad para cerrar la fuente tan pronto como se sientan los primeros signos del invierno, y retirarlo para protegerlo de la congelación hasta la primavera.

Finalmente, cuando el calor del verano acelera la evaporación, el nivel de agua debe monitorearse y agregarse si es necesario. También, es conveniente quitarlo para limpiarlo con un cepillo de dientes y, si es necesario, revisar los filtros para reemplazarlos.

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