La orquídea es una planta tropical que se puede utilizar como planta de interior. Aprecia el calor y la humedad, y por ello, para cuidarla hay que saber regarla para que no se marchite, pero también para no asfixiar sus raíces.

En la web circula mucha información referente al riego de las orquídeas, algunas de ellas son solo ideas recibidas, incluso un mito. En este artículo, te ayudaremos a distinguir lo real de lo falso.

A continuación, te mostramos 5 grandes errores que cometen las personas al regar las orquídeas según un experto:

1. Riego con hielo

Es común aconsejar el uso de cubitos de hielo para regar la orquídeaAl derretirse, los cubitos de hielo permiten el riego por goteo para evitar que la planta se riegue en excesoSuena como un truco inteligente para regar la orquídea, pero hay un inconvenienteCuando los cubitos de hielo se derriten, el agua corriente fría puede crear un choque térmico para la planta y dañar sus raíces.

Sin mencionar que al regar tu orquídea con cubitos de hielo, corres el riesgo de darle una cantidad insuficiente de agua. Un cubo de hielo equivale a 1/4 de taza de agua, pero esta cantidad de agua es insuficiente para regar tu orquídea.

La mejor forma de regar la orquídea es sacar la maceta del macetero y remojarla en un recipiente con agua tibia durante 10 a 13 minutos. Luego, retira la olla del recipiente, déjala escurrir y vuelva a colocarla en su escondite. Esta técnica permite hidratar bien todas las raíces, empezando por la parte superior del cepellón.

2. Usa agua del grifo

Usar agua del grifo para regar la orquídea es suficiente. Dicho esto, es mejor optar por el agua de lluvia que es agua no calcáreaLo más importante es no usar agua fría ni calienteLas orquídeas prefieren agua a temperatura ambiente para volver a florecer.

3. Ubicación de la maceta 

Para cultivar la orquídea en casa podemos leer en la web que no debes abrir las ventanas al lado de las orquídeas. Pero, una habitación bien ventilada no le hará daño a tu orquídea. Lo que más teme tu planta son las corrientes de aire.

No olvides que la orquídea también agradece la humedad y la luz, pero una habitación cálida es una habitación seca, por lo que tendrás que regar tu planta con mayor frecuencia.

4. Nebulización 

Como a las orquídeas les encanta la humedad, es recomendable rociarlas con un poco de agua. El exceso de humedad podría provocar depósitos de agua en las juntas de las hojas y, por lo tanto, generar mohoEl agua se acumula fácilmente en las plantas en macetas y puede hacer que se pudran.

5. Trasplantar 

Podemos leer que una orquídea debe trasplantarse inmediatamente después de su compra, pero debe trasplantarse después de que haya florecido porque es cuando la planta reanuda su crecimiento.

Por lo tanto, esta es una oportunidad para proporcionar a su orquídea un nuevo sustrato. Dicho esto, mantén tu orquídea en su maceta original hasta que florezca, luego trasládala a una maceta más grande para darle espacio a las raíces de tu planta y no sofocarlasPrefiere una maceta con agujeros, hecha de terracota para brindar una mejor ventilación a las raíces de tu plantaUna maceta de plástico transparente también es útil, ya que te permitirá comprobar mejor el estado de las raíces. No utilices la tierra de tu jardín o una tierra estándar, pero elija una tierra especial para orquídeas.

No dudes en quitar raíces podridas o muertas, tallos secos y hojas amarillas con tijeras de podar antes de trasplantar tu planta.

Renueva el trasplante de tu planta cada 2 años para reponer el sustrato y así renovar el aporte de nutrientes de tu planta.

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