La horticultura implica seleccionar un sitio, planificar el jardín, preparar el suelo, elegir semillas y trasplantes, sembrarlos y cultivarlos hasta que estén listos para la cosecha.
El resultado final son frutas y verduras frescas para comer, compartir o vender de manera saludable para usted y su familia.
Cualquier persona dispuesta a invertir tiempo en el cuidado de las plantas todos los días o cada 2 días puede cultivar un jardín. Esto no requiere mucho dinero, tiempo o talento, aunque tener un poco de cada uno de estos factores es útil. Con paciencia y práctica tus habilidades mejoran año tras año.
El cultivo de verduras requiere un poco de espacio, pero no necesariamente acres. Los huertos se pueden hacer en el suelo o lecho de cosecha, pero esto no es indispensable. Muchas verduras se pueden cultivar en contenedores.
Se puede cultivar suficiente lechuga para una ensalada en una maceta de 12 pulgadas en la terraza o patio.
Tierra
Escoja un sitio que tenga pleno sol con acceso fácil al agua y en una tierra fértil con buen drenaje. Evite los lugares cerca de árboles y arbustos grandes que competirán con el huerto por la luz de sol, el agua y los nutrientes.
Luz solar
La mayoría de las verduras necesitan al menos 8 horas de luz solar directa. Las plantas que se cultivan por sus hojas (lechuga, col rizada, acelga y espinaca), y las plantas que se cultivan por sus raíces de almacenamiento (rábano, nabo y betabel), pueden cultivarse con tan solo 6 horas de luz solar, pero es mucho mejor con 8 horas o más. Las plantas que se cultivan por su fruta (tomate, calabaza y pepino), necesitan al menos 8 horas de luz solar.
Uno de los aspectos más importantes de la horticultura es la agua, que puede representar hasta el 90% del peso de 1 verdura. El huerto debe estar cerca de un suministro de agua potable para que sea fácil regar el huerto.
Las verduras necesitan 1 pulgada de agua a la semana y deben regarse sólo para complementar lo que la lluvia no les da. Riegue el suelo, no la planta. Muchas enfermedades se propagan al arrojar agua a las hojas. El exceso de agua también puede causar enfermedades y problemas de insectos.
Huerto en contenedores
Muchas verduras se pueden cultivar en recipientes que son lo suficientemente profundos como para acomodar su sistema radicular. Cuanto más grande sea el contenedor, más fácil será obtener buenos resultados.
Los sistemas de riego por goteo conectado a un temporizador o sistemas de riego por goteo automático son ideales para los huertos en contenedores.
Cuándo plantar
Primavera Plante verduras de estación fría al principio y verduras de estación cálida al final de la primavera. Cubra las plantas con una caja contra el frío o una tela contra la helada para comenzar más temprano en la temporada.
Verano Las cosechas de estación fría producirán flores y semillas antes de tiempo a medida que los días se alargan y las temperaturas aumentan. Cubra las plantas con tela de sombra para protegerlas y prolongar la temporada. Los cultivos de estación cálida plantados al final de la primavera crecerán hasta las primeras heladas del otoño. Al final del verano siembre cultivos de estación fría para el otoño.
Otoño Los cultivos de estación fría establecidos al final del verano continuarán creciendo a temperaturas moderadas y bajo cero.
Invierno Los cultivos resistentes al frío plantados en otoño tal vez puedan sobrevivir el invierno. En lugares fríos, cubra las plantas con una caja contra el frío o una tela contra la helada para extender la temporada.
Programar cuándo plantar y cuándo cosechar se puede hacer de varias maneras efectivas. Uno de los métodos que numerosos horticultores y agricultores implementan es escribir las fechas de siembra y fechas de cosecha previstas en un calendario. Este método de planificación permite administrar un espacio pequeño para poder desarrollar todo su potencial.
Preparación
En macetas o su propia tierra combinando partes iguales de compost, mantillo de corteza de pino triturado y vermiculita. No use tierra de jardín en huertos de contenedores.
Siembra
Para prevenir enfermedades, deje espacio entre las plantas para que maduren y para que el aire fluya entre ellas.
Plante las semillas a una profundidad equivalente a sólo 2 o 3 veces la mayor dimensión de la semilla. Cubra la semilla y apisone la tierra ligeramente para que la semilla quede bien en contacto con la tierra. Para plantas en tazones o cubos de turba retire la parte del recipiente de turba que sobresale de la tierra de la maceta y asegúrese de cubrir bien con tierra los contenedores cuando los plante en el huerto. Aclimate los trasplantes delicados a su nuevo ambiente dejándolos a la sombra 2 o 3 días después de plantarlos.
El mantillo conserva la humedad de la tierra y reduce las malezas y la erosión. El mantillo debe estar compuesto de hojas trituradas, paja de pino, papel de periódico u otra materia orgánica que se descomponga y mejore la tierra.
Cuidado del huerto
Si no llueve, riegue las semillas y los trasplantes nuevos diariamente hasta que se establezcan. Riegue las plantas maduras según sea necesario. La frecuencia dependerá de la lluvia y la temperatura. Determine la humedad de la tierra y observe las plantas para ver si tienen síntomas de estrés por sequía (hojas caídas por la mañana o al anochecer). La tierra del huerto debe mantenerse húmeda, pero no lodosa.
Conocer el tipo de tierra del huerto ayuda a determinar con qué frecuencia se debe regar. La tierra pesada con mucha arcilla debe ser regada con menos frecuencia que la tierra liviana con muchas cavidades de aire, como la tierra arenosa o la de huerto en contenedor.
Fertilice según sea necesario siguiendo las recomendaciones del análisis de suelo. Los cultivos de temporada larga, como el maíz y los tomates, pueden necesitar más fertilizante durante la temporada de crecimiento. Esté atento a los síntomas de deficiencia de nitrógeno y otros nutrientes (incluyendo que las hojas se vuelvan amarillas y crezcan lento). No fertilice en exceso, pues eso puede producir un crecimiento exuberante de la planta, pero disminuir la floración y el desarrollo de la fruta, y aumentar los problemas de plagas.
Control de plagas y enfermedades
Examine las plantas, incluso las hojas por debajo con frecuencia para ver si están dañadas o enfermas e intervenir a tiempo. Revise el huerto de noche, que es cuando salen las babosas y los caracoles. Muchas orugas son del mismo color que la hoja, así que fíjese bien para ver si hay plagas o residuos que deja la plaga después de comer partes de la planta. Aprenda a distinguir las plagas dañinas de los insectos beneficiosos, tales como los polinizadores como las abejas que ayudan a formar la fruta, los depredadores como las mariquitas que comen plagas y los parásitos como las avispas pequeñas que ponen huevos en las plagas.
Retire las plantas muertas y enfermas y deséchelas en la basura. Retire las malas hierbas antes de que florezcan. No deje que la maleza dé semilla.
Las plagas y enfermedades pueden acumularse en el suelo cerca de las plantas huésped. Reduzca los problemas de plagas y enfermedades cada año girando los sitios donde se siembran las verduras anuales.
Use la estrategia de control de plagas menos tóxica disponible. Cuando use pesticidas, sea amable con las abejas, no fumigue las plantas mientras están floreciendo y fumigue sólo al final de la tarde.
Manténgase al tanto de los problemas visitando el huerto todos los días o cada 2 días. Quite las malas hierbas, los insectos dañinos y las plantas enfermas apenas se presenten y antes de que el problema se propague.
Cuándo cosechar
Las plantas producen frutas y semillas para reproducirse. Cuando produce fruta madura, la planta deja de dedicar energía a la reproducción. Sin embargo, si se quita la fruta antes de que madure completamente, la planta volverá a intentarlo y producirá más fruta. Muchas plantas producen fruta tan rápido que es necesario cosecharlas cada 2 días.
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