Cuando comemos una naranja o una mandarina, lo primero que hacemos es quitarle la cáscara, y pensando que éstas ya no sirven, las tiramos y seguimos disfrutando de nuestra fruta.

Sin embargo, hoy te daremos una razón para que lo pienses antes de tirarlas la próxima vez, ya que para las plantas es mejor tener recursos para protegerlas de plagas, suelos pobres e incluso drenaje deficiente.

Para ello, te mostraremos cómo hacer tu propio abono con cáscaras de naranjas y de mandarinas. Es un preparado que cuidará tus plantas, podrás aprovechar esos desechos orgánicos y contribuirás con el medio ambiente.

Necesitas:

  • Licuadora
  • Cáscara de huevo
  • Cáscaras de naranjas y mandarinas

Cómo aplicar:

  1. Lo primero que debes hacer es deshidratar las cáscaras de mandarinas y naranjas. Coloca las cáscaras al sol por al menos 5 días.
  2. Licua las cáscaras hasta obtener un polvo muy fino, incluidos los cascarones.
  3. Colócalo en el sustrato.

Los beneficios de este abono casero son numerosos, ya que además de repeler plagas, también contiene altas cantidades de potasio, fósforo y nitrógeno. Puedes usar este fertilizante casero durante todo el año como complemento para el cuidado del jardín.

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