Uno de los problemas más comunes que aquejan a los jardineros principiantes y avanzados son las temidas puntas quemadas.
Hojas que aparecen con márgenes secos y curvos, y que acaban con un aspecto inicialmente amarillento que evoluciona a marrón y negro, ahora sin vida. Sin embargo, pueden producir hojas nuevas, siempre que se recuperen de la causa inicial que provocó las quemaduras.
En este artículo te ayudaremos a identificar la posible causa que está quemando las hojas de tus plantas:
1. Salinidad
La primera y una de las causas más importantes de las quemaduras de las hojas es la salinidad. La sal, ya sea en el aire, en el sustrato o en el agua, perjudica el equilibrio osmótico de la planta y la difusión de la savia. La absorción y transpiración de agua se reduce y la planta acaba sufriendo la acumulación también en el interior de sus células. En lugar de hidratar las plantas, las estamos deshidratando. Uno de los primeros síntomas es precisamente las quemaduras en las puntas y bordes de las hojas.
2. Humedad del aire
En interior, las plantas más comunes son las tropicales, originarias de bosques cálidos y húmedos. Estas especies son las más adaptadas a las condiciones de poca luz que tenemos en nuestros hogares. Sin embargo, en interior, la humedad no se acerca a la que se encuentra dentro del bosque. Mientras que en el interior del bosque, la humedad oscila entre el 60 y el 90%, en nuestras casas ronda entre el 20 y el 40%.
– Humidificador de ambiente. Estos aparatos eléctricos elevan la humedad del aire. Se pueden colocar junto a las plantas y también mejorarán la calidad del aire para nuestros pulmones. Solo ten cuidado de mantener una buena ventilación en el lugar, evitando la aparición de cochinillas y enfermedades fúngicas.
– Toallas mojadas. Pon tus toallas a secar junto a las plantas o cultiva tus plantas en el baño (si está bien iluminado).
– Plato con piedras. Proporciona un plato grande y cúbrelo con piedras. Vierte agua y coloca tus macetas sobre él. No es necesario que las macetas estén sumergidas. La evaporación natural del agua humedecerá el ambiente. Lava cada 2 días para evitar la proliferación del mosquito del dengue.
– Plantas compañeras. La transpiración de muchas plantas tropicales juntas aumenta naturalmente la humedad del aire. Así que junta tus plantas con especies de hojas anchas y abundantes.
– Apaga la calefacción y el aire acondicionado. Estos aparatos secan el aire y pueden ser incompatibles con el cultivo de plantas tropicales. Si es posible, reduce su uso o cambia tus plantas para dar sombra a especies suculentas.
3. Frío
El frío también puede provocar quemaduras y puntas secas, especialmente en plantas tropicales. Protege tus plantas en el interior durante el frío o cuando amenace la helada. También, ten cuidado que las hojas de las plantas nunca toquen el vidrio frío de la ventana.
4. Viento
Las plantas tropicales también son las víctimas aquí. Dentro del bosque, el viento es una brisa fresca y suave, pero en nuestros patios traseros, el viento puede secar fácilmente las hojas delicadas. Incluso en interior, si colocamos las plantas en lugares con corrientes estaremos provocando su deshidratación, aunque la tierra de las macetas se mantenga siempre húmeda. Las plantas necesitan ventilación, pero cualquier exceso puede hacerles daño.
5. Calor
El calor es peligroso especialmente para las plantas de climas templados y subtropicales. Evita plantar en posición norte (sol todo el día), especialmente cerca de paredes que se calientan durante el sol abrasador. Elige las especies que mejor se adapten a tu clima y no insistas en cultivar plantas de lugares muy diferentes.
6. Deficiencia de potasio
El exceso de nutrientes y sales está más relacionado con las puntas quemadas que con la falta de nutrientes. Sin embargo, en ausencia del potasio, muchas plantas tendrán márgenes quemados. Si éste es tu caso (descarta primero las causas anteriores), complementa tus plantas con fuentes ricas en potasio, como la ceniza (sin sal), la cáscara de plátano, el cloruro de potasio y otros fertilizantes ricos en este nutriente.
7. Demasiado flúor
El agua del grifo se trata con flúor a favor de nuestra salud bucal, y algunas plantas pueden tener las puntas de sus hojas quemadas debido a este elemento. El cloro en el agua no es un problema para la mayoría de las plantas. En este caso, en lugar de usar agua del grifo, riega tus plantas con agua de lluvia o agua filtrada sin flúor.
8. Riego excesivo
Cuando regamos demasiado y el sustrato no drena perfectamente, el agua de la maceta no deja airear las raíces. Como resultado, no pueden absorber agua a pesar del exceso de riego. Trasplanta o reduce el riego para que se recuperen.
¿Cortar o no cortar?
Si mis plantas están quemadas, ¿cómo puedo hacer que se vean mejor?. La gran mayoría de las personas comete el grave error de cortar las partes secas de la planta, formándose así nuevas heridas que al cicatrizar terminan secándose también, requiriendo cortes recurrentes, sobretodo cuando no se ha eliminado la causa. En primer lugar, elimina la causa del problema que provocó las quemaduras. Luego, si quieres que tus plantas se vean mejor, corta los extremos quemados en un punto dentro del área quemada para que el corte no dañe las partes vivas de la planta.
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