Las sentadillas son un elemento fundamental en casi todos los programas para entrenadores y atletas.

La fuerza, la potencia, la flexibilidad y el equilibrio que se pueden obtener de las sentadillas deben hacer de este ejercicio un elemento básico en cualquier rutina.

Las sentadillas pueden ayudar a cumplir con cualquier objetivo, incluyendo una carrera de velocidad más rápida y unas piernas más delgadas.

5 razones para hacer sentadillas todos los días

1. Aumenta la fuerza 

Las sentadillas construyen fuerza y poder en glúteos, isquiotibiales y cuádriceps. También, estimulan las hormonas constructoras del músculo que fortalece el cuerpo entero. Las sentadillas con pesas desafiarán el cuerpo para superar fuerza y cosechar los beneficios anabólicos.

2. Se obtiene definición importante en las piernas y glúteos

Las sentadillas dirigen los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos. El movimiento básico es una forma rápida de construir el músculo magro, lo que resulta en extremidades tonificadas.

3. Mejora la movilidad en las caderas y los tobillos

Las sentadillas son una gran manera de aumentar el rango de movimiento en las caderas y los tobillos, lo que ayudará a reducir el dolor en la espalda baja y las rodillas. Es una manera segura y efectiva para mejorar la movilidad sin agravar las articulaciones.

4. Fortalece y tonifica el núcleo

Realizar sentadillas con pesas desafía el núcleo para estabilizar el cuerpo a través de todo el rango de movimiento. Los músculos transversales y rectos del abdomen están profundamente comprometidos todo el tiempo, lo que resulta en un abdomen más plano y más fuerte. Un núcleo fuerte y sólido también ayudará a prevenir el riesgo de lesiones.

5. Mejora la postura

Sea una sentadilla con pesas o normal estarás comprometiendo la espalda superior (trapecio y romboides inferior/superior) para ayudar a estabilizar el cuerpo a través del movimiento. Esto fortalece los músculos responsables de una postura correcta.

3 Ejercicios con variaciones de sentadillas 

Sentadillas con peso

Sostén un balón o pesas rusas frente a tu pecho, junta omóplatos y levanta el pecho. Párate con los pies a lo ancho de las caderas y profundamente dobla las rodillas, mueve las caderas hacia atrás y más abajo hasta que los muslos queden paralelos al suelo. A través de la punta de tus pies de nuevo levanta para reincorporar tu postura de pie manteniendo el núcleo ocupado todo el tiempo. Haz 3 series de 10 repeticiones con 30 segundos de descanso entre series.

Sostén sentadillas

Párate con los pies a lo ancho de las caderas, lleva los brazos hacia adelante a la altura de las orejas y levanta tu pecho. Dobla ambas rodillas y baja hasta que los muslos estén paralelos con el suelo. Mantén esta posición durante 1 minuto.

3. Empujando con sentadillas

Junta los pies y las rodillas. Balancea los brazos hacia los lados y levanta el pecho. Dobla ambas rodillas y baja hasta que los muslos se encuentren paralelos con el suelo. Desde esta posición empuja hacia arriba y hacia abajo. Hazlo durante 1 minuto.

Si te gusta nuestro contenido compártelo