El abono o fertilizante es una sustancia orgánica o inorgánica que contiene nutrientes que pueden ser asimilados por las plantas para su desarrollo.

Esta sustancia que puedes adquirir o fabricar en casa sirve para mantener o aumentar el contenido de los elementos en el suelo, mejorar la calidad del sustrato y estimular el crecimiento de las plantas.

El abono casero tiene la capacidad de proporcionar aún más nutrientes para incrementar la viabilidad y la fertilidad del mismo.

Beneficios de utilizar abono orgánico casero:

  • Reduce el uso de fertilizantes sintéticos.
  • Gastas menos en fertilizantes.
  • Aprovechas los residuos domésticos, generando menos basura.
  • Contribuye al cambio climático.
  • Los fertilizantes sintéticos son generalmente altamente concentrados, y cuando el uso excesivo puede empeorar la calidad del suelo en lugar de mejorarla.
  • Reduce la cantidad de basura.
  • Son mucho más baratos y amables con el medio ambiente.
  • Es mucho más suave para la tierra, de esta manera no altera de forma dramática el balance químico del sustrato.
  • El abono casero aporta una serie de nutrientes de forma natural a las plantas.
  • Ayuda como repelente natural contra ciertas plagas.

Cómo hacer abono casero

Hacer abono casero no es tan complicado, sólo debes seguir una serie de pasos para hacerlo sin problemas.

Primero elegimos un contenedor de 1 m de profundidad o más. El contenedor puede ser grande y mediano. Eso dependerá de para qué lo vayamos a usar.

Lo ponemos dentro de la tierra unos 10 cm. Una vez hecho esto, añadimos residuos orgánicos. Debes tener en cuenta que no pueden ser residuos de ningún producto animal.

Finalmente, cubre con un poco más de tierra y listo. Ahora, cada 2 semanas retiramos el fertilizante que estamos creando, tomándolo con una pala. Lo haremos de tal manera que llevaremos a la superficie los restos que están en el fondo.

Pasado el tiempo, observamos que comienzan a aparecer gusanos, insectos y moscas de la fruta. En este momento el proceso de descomposición está en marcha. Luego, vamos observando la tierra, esta debe adquirir un aspecto oscuro, grumoso y no hay restos de materia orgánica porque se ha descompuesto en su totalidad.

La fabricación de abono casero suele tardar unos 2 meses. Esto depende de lo grande que sea el recipiente.

Con qué hacer abono casero

1. Estiércol

Tiene un alto contenido de nitrógeno y se puede utilizar directamente en la tierra sin tener que diluirse con agua.

2. Vinagre

El ácido acético en el vinagre es ideal para las plantas que necesitan suelos ácidos. Incluso puedes disolver el vinagre en el agua y regar las plantas directamente con esta mezcla.

El vinagre de sidra de manzana es increíble para las plantas ácidas. Para prepararlo, disuelve 1 cucharadita por cada lt de agua y riega tus plantas con esta mezcla.

3. Ceniza de madera

La ceniza de madera aporta enormes cantidades de potasio y carbonato cálcico. Es importante no aplicarla directamente en plantas acidófilas o en suelos alcalinos.

4. Agua de arroz

Cuando enjuagues el arroz antes de cocinar, no tires el agua que queda. Utilízala para regar las plantas regularmente, ya que contiene micronutrientes que pueden ser absorbidos por las raíces.

5. Césped recién cortado

Es muy rico en nitrógeno y conserva otros nutrientes que fueron absorbidos por el suelo donde creció el césped.

6. Posos del café

Estos restos tienen una buena cantidad de nitrógeno y son muy beneficiosos como nutrientes.

7. Cáscara de huevo

Es muy beneficiosa para la tierra del jardín o huerto, ya que aporta nutrientes como el carbonato cálcico. Además, sirve también como repelente de plagas. Para añadirla al abono es importante triturar bien la cáscara o hacerla polvo.

8. Cáscara de plátano

La cáscara de plátano y el plátano tienen un alto contenido de potasio. Esto es muy beneficioso para las plantas que se encuentran en floración.

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