Muchos factores pueden contribuir a que una planta se marchite después del trasplante, pero hay algunos pasos para reducir el riesgo de que suceda.

El marchitamiento de una planta después del trasplante puede deberse a daños en las raíces durante el trasplante o a un cambio repentino de las condiciones ante las que la planta tiene dificultad para reaccionar.

Optimiza los cuidados antes y después del trasplante, y ten mucho cuidado al trasplantar para no dañar las raíces y evitar que tus plantas se marchiten.

Daños en las raíces

Al trasplantar tu planta intenta perturbar las raíces lo menos posible. Esto depende mucho de la planta y la situación, pero muchas raíces de plantas se dañan fácilmente si se les molesta demasiado.

Si su planta está muy ligada a las raíces, es evidente que tiene una gran masa de raíces para sostener la planta. A estas plantas les vendrá bien que se les afloje el cepellón densamente poblado cuando se trasplanten. Esto ayudará a que las raíces crezcan y se extiendan en el nuevo medio de cultivo y hará que la planta esté más sana a largo plazo.

Cambio de suelo

Ten cuidado al elegir el suelo para trasplantar. Aunque las plantas tienen diferentes necesidades, todas se adaptan a las condiciones que se les ofrecen. Un cambio repentino en la composición del suelo o el pH puede afectar el sistema de raíces y hacer que la planta se marchite después del trasplante.

Lo mejor es usar una mezcla similar pero agregar costuras como perlita o arena gruesa para aumentar el drenaje, asegurarse de que la maceta tenga un buen drenaje y considerar un material poroso para macetas como la terracota para mejorar las características de secado del suelo.

Falta de agua

Si tu planta se marchita tras el trasplante, puede deberse a la falta de agua en el suelo o a que las raíces son temporalmente incapaces de absorber el agua que necesita la planta. Es aconsejable regar bien las plantas unos días antes de trasplantarlas. Regar unos días antes permite a la planta optimizar la hidratación y comenzar el proceso de trasplante en buena forma.

Cómo evitar que una planta se marchite 

  • Asegúrate de prestar especial atención a las necesidades de cuidado de tus plantas en las semanas previas al trasplante. Una planta sana tendrá muchas más posibilidades de superar el proceso de trasplante con facilidad.
  • Dedica tiempo a investigar cuál es el tipo de maceta y la tierra ideales para tu planta, de modo que puedas trasplantar en condiciones ideales. No te olvides de pensar en el tamaño de la maceta, así como en el material, ya que esto puede tener una gran influencia en la salud de la planta a largo plazo.
  • Asegúrate de que la nueva mezcla para macetas que utilices esté libre de plagas o enfermedades. Ten especial cuidado si piensas reutilizar la antigua mezcla para macetas.
  • Prepara todo lo que necesitas para trasplantar tu planta. Pon un poco de tierra en la nueva maceta para que puedas colocar tu planta directamente en ella cuando esté lista.
  • Intenta deslizar tu planta fuera de su maceta actual. Si la planta no sale enseguida, aprieta suavemente los lados de la maceta para aflojar la tierra y las raíces.
  • Evita tirar de la planta por el tallo o el follaje, ya que esto puede dañar las raíces o el follaje, lo que puede aumentar el riesgo de que la planta se marchite después de la replantación.
  • Si la planta está en una maceta de barro y tienes problemas para sacarla, usa un cuchillo y deslízalo por el costado de la maceta para separarla de la tierra.
  • Coloca la maceta de lado y saca la planta con cuidado. Levántala por el cepellón y sujeta el follaje. Colócala en la nueva maceta. Sólo tendrás que aflojar las raíces si la planta está muy ligada a las raíces. De lo contrario, evite desbaratar las raíces en la medida de lo posible.
  • Añade suavemente la nueva mezcla para macetas alrededor de los lados de la planta hasta que la tierra llegue a los mismos niveles que tenía en la maceta anterior. Añadir tierra a un nivel más alto que el anterior puede causar problemas de pudrición del tallo, así que ten cuidado.

Cuidados después de trasplantarla

No hagas ningún cambio repentino en el cuidado de tu planta durante varias semanas después del trasplante, excepto en las siguientes circunstancias.

  • Si tu planta se encontraba anteriormente en una iluminación inadecuada para ella, ajústala un poco hacia condiciones más moderadas. Esto fomentará el crecimiento de la planta, sin causarle un estrés excesivo.
  • Si tu planta necesita más humedad de la que puedes proporcionarle normalmente, considere la posibilidad de tomar medidas para mejorar la humedad, como agrupar tus plantas, utilizar una bandeja de humedad o probar alguna de estas otras formas de aumentar la humedad.
  • Considera la posibilidad de controlar la temperatura alrededor de tus plantas para asegurarte de que es la ideal. Yo utilizo un termómetro digital que registra la temperatura actual, la máxima y la mínima. Esto me ayuda a trasladar mis plantas a un lugar donde el rango de temperatura está siempre en su zona de confort.
  • Evita fertilizar tus plantas durante al menos 2 o 3 semanas para evitar que se marchiten después del trasplante. Trasplantar es estresante para las plantas, al igual que la afluencia repentina de sales nutrientes.
  • Presta especial atención a las necesidades de agua de tus plantas después del trasplante para evitar que se marchiten. Nunca riegues tus plantas en un horario. En su lugar, revisa el suelo y el follaje de tus plantas regularmente para detectar signos de que necesitan riego.

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