Hoy me levanté temprano y salí a recorrer el jardín como todas las mañanas, de repente veo a lo lejos unas hermosas flores lilas azuladas. ¡Mi romero ya empezó a florecer!. Abro mis brazos y aprieto sus hojas sintiendo ese olor de hierba tan característico y pienso en la alegría que dan éstas simples cosas.

Recuerdo que hace años estaba luchando con un esqueje de romero para que no se seque y sea el arbusto divino que veo hoy. Todo es prueba y error en la jardinería, quizás si me hubiera informado un poco hubiera evitado unos cuantos esquejes perdidos.

Por suerte la información hoy la tenemos al alcance de nuestra mano, y en esta ocasión te voy a compartir todo lo que en su momento aprendí para lograr esta abundancia de arbusto.

1. Lugar adecuado

El romero se origina en países de clima cálido, por ello una de las prioridades es elegir un lugar con abundante sol. Le encanta el sol al igual que a todos nosotros, necesita entre 6 u 8 horas plenas. En caso de tener inviernos muy duros te recomiendo taparlo con una tela anti helada a modo de mini invernadero. ¡Cuatro maderas, un techito y listo!.

2. Buen drenaje

El romero se da mejor en climas mediterráneos, por eso le gustan los suelos que no se encharquen pedregosos, permeables y secos. En caso que no cuentes con ello, te recomiendo armar una lomita y prepárale un suelo adecuado para que crezca sin limitaciones y evites que se pudran sus raíces. Te darás cuenta porque observarás que la planta comienza a secarse de abajo hacia arriba.

3. Abono

Como dice arriba le gustan los suelos pobres de nutrientes, así que no será necesario mucho abono.

4. Riego

El riego debe ser escaso o casi nulo. Una forma de comprobar si necesita riego es introducir el dedo en la tierra y checar si está seca, en caso de tenerlo en maceta regar en profundidad 1 o 2 veces a la semana.

5. Control de plagas

Suele ser una planta bastante fuerte y resistente a las plagas y enfermedades, aunque el hongo puede ser una de las enfermedades que puede afectarlo debido a exceso de humedad. Lo puedes reconocer porque se ve un polvo blanquecino que lo cubre. En este caso debemos tener siempre aceite de neem que es fabuloso para combatir y prevenir plagas.

6. Poda

Cada año cortaremos las ramas más débiles, solo con una poda mínima es suficiente. Al principio lo dejé crecer libremente y gran arbusto que se formó, deberías tener en cuenta esto si cuentas con poco espacio en tu jardín.

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