Las suculentas se encuentran entre las predilectas de los fans a la jardinería o botánica, o bien, de los que amamos las plantitas. El cuidado de esta especie es todo un reto, en especial si se tiene dentro de casa u oficina.
¿Cómo cuidar una suculenta en interior?
A la gran mayoría de las suculentas les encanta el sol, pero cuando se vive en lugares pequeños o se está todo el tiempo en el trabajo es complicado conseguir que esa iluminación natural llegue a la planta.
1.- Trata de sacar a tu suculenta a la azotea o colocarla junto a una ventana aproximadamente por 6 horas.
2.- Escoge aquellas de color verde y de crecimiento lento, ya que se adaptan mejor en interior.
3.- Su riego va de los 10 a 15 días, pero para evitar que se pudra opta por esperar a que la tierra se seque por completo.
4.- Cada 4 meses pon un poco de abono a tu suculenta. En las tiendas especializadas hay preparados para tal objetivo, pero también puedes colocar humus de gusano.
5.- Selecciona una maceta que permita un buen drenaje, que tenga un agujero en la base. En cuestión de la tierra tiene que ser especial; ejemplo, mezcla humus, arena de río, arena gruesa o grava.
¿Cómo salvar una suculenta podrida?
1.- Saca tu suculenta de la maceta y checa el tallo y la raíz. Corta con unas tijeras o cuchillo, previamente desinfectados con alcohol, las zonas negras.
2.- Deja que seque y sane. Algo importante es que no le debe dar el sol directamente.
3.- Pasando de 3 a 5 días trata de plantarla. Si vas a utilizar la misma maceta, procura lavarla y coloca tierra nueva.
4.- Planta y riega.
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