Esta hermosa planta aromática es originaria de los países del Mediterráneo, y se adapta bien a todo tipo de clima, con predominio a los cálidos.

Tiene tallos muy largos que culminan en espigas que son sus flores de color lila/violáceo, y que son muy perfumadas. Es por ello, que estas flores son muy usadas para aromatizar ambientes.

A continuación, te mostraremos cómo puedes germinar lavanda dentro de una taza y en la comodidad de tu hogar.

Necesitas:

  • Una taza
  • Tierra
  • Fertilizante
  • Semillas de lavanda

Paso a paso:

  1. Cuando ya tengas las semillas de lavanda procede a colocarlas dentro de una bolsa hermética y llévalas al refrigerador por un mínimo de 3 semanas.
  2. Pasado este tiempo, toma la taza y procede a hacerle uno o varios agujeros en el fondo para ayudar al drenaje.
  3. Procede en un recipiente diferente a mezclar tierra con fertilizante (la tierra deberá ser en mayor cantidad).
  4. Coloca la tierra dentro de la taza.
  5. Después por encima las semillas, en lo posible separadas una de otra al menos por centímetro y medio.
  6. Cubre las semillas con tierra hasta llegar al borde de la taza.
  7. Procede al riego.
  8. El riego deberá ser frecuente en esta etapa.
  9. Coloca tu taza cerca de una ventana en la que reciba claridad, pero no sol directo.
  10. Mantén en estas condiciones tu planta y notarás que a partir de las 2 semanas comienzan los cambios.
  11. Al mes, ya habrán aparecido tus primeras germinaciones que las transformarán en tu futura planta de lavanda.
  12. Si notas que se va en alto, sin miedo procede a podarla. Esto le dará más fuerza y crecerá mas sana.
  13. Puedes mantenerla en la taza, o si prefieres podrás trasplantarla en tierra para que crezca en mayor cantidad y se transforme en arbusto.

Hablemos de la Lavanda:

  • Podemos sembrarla en climas templados durante cualquier momento. Pero en los climas cálidos el mejor mes es diciembre.
  • Tiene un tiempo de germinación que va entre los 15 y los 40 días.
  • Una vez que ha germinado, requiere de mucha luz.
  • Soporta muy bien las heladas.
  • Mediante un proceso de destilación, se suele obtener de esta planta aceite esencial.
  • Los riegos deberán ser más frecuentes mientras dura el proceso de germinación, pero luego cuando ya está fuerte no requiere de mucho riego.
  • Ante el exceso de riego y humedad es una planta propensa a la formación de hongos, la plaga más típica de esta planta, que ataca y pudre su raíz.
  • Si notas que tu planta tiene varios juegos de hojas y ya están maduras, nos indica que tiene raíces muy crecidas y ya no soportan su recipiente o contenedor. Será el momento del trasplante.

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