A veces nuestra casa adquiere un aroma desagradable, o simplemente ¡no huele nada! Es una realidad, la cual podría tener una sencilla solución: Plantar limón en una taza. Sí, no necesitas poner un aromatizante en cada rincón, sólo requieres un toque de naturaleza.

¿Por qué limón?

Para comenzar, es un excelente alimento. De acuerdo a la Fundación Española de Nutrición, este cítrico es rico en vitaminas del complejo B (B1, B2, B3 y B6), además de vitamina C y P. 

Pero además, es un excelente desinfectante, elimina bacterias y hongos, y un aromatizante tan eficaz que puede arrasar con cualquier olor, incluyendo el de humedad y pescado. 

¿Cómo plantar limón en una taza? 

  1. Quita las semillas de 10 a 5 limones aproximadamente. Procura que estén completas, ni partidas ni cortadas y colócalas en un vaso con agua limpia para hidratarlas.
  2. Observa que semillas se hunden y cuáles flotan. Las que se van al fondo de la taza son las que sirven.
  3. Escurre las semillas y elimina el exceso de agua con una servilleta de papel.
  4. Elimina el agua de la taza y coloca tierra negra, ésta tiene que estar humedad aunque no exageradamente.
  5. Acomoda las semillas en forma circular, cubre la mayor parte de la tierra o boca de la taza.
  6. Cubre con una capa de graba pequeña.
  7. Entre 9 a 15 días tendrás las primeras plantitas asomándose. En este momento riega con un atomizador todas las mañanas y si te es posible por la noche.

Cuando las plantitas se estorben unas a las otras, muda individualmente. Las puedes sembrar en una maceta. Su crecimiento es lento, tardará entre 6 a 7 meses y su máximo a medir será de un metro y medio. ¡Perfecto para la casa!

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