Cultivar hierbas aromáticas y verduras en casa es una bonita experiencia que resulta muy agradable y tremendamente práctica. Muchas de ellas pueden iniciar su crecimiento incluso en agua por lo que no necesitaremos ni macetas ni sustrato, al menos en un primer momento.

Es un cultivo fácil y muy limpio, y que a los niños les va a encantar por lo sorprendente que es poder ver las raíces de la planta. Es desde luego la única forma de ver a una planta por completo, tanto su parte aérea como la subterránea que habitualmente queda cubierta por la tierra.

Albahaca

La albahaca es una de las hierbas aromáticas más utilizadas, sobre todo en la cocina italiana, y podemos cultivarla en un vaso de agua. Cortamos unos tallos de unos 10 cm de longitud. Los introducimos en un recipiente con agua y los podemos mantener ahí hasta que las raíces midan alrededor de 5 cm, entonces sí que tendremos que plantar la albahaca en una maceta con sustrato o en el suelo.

Orégano

El orégano también podemos reproducirlo por esquejes introduciéndolos en agua. Necesitará una temperatura de 18-21º C y mucho sol. Hay que tener en cuenta que el orégano que se cultiva en maceta, o en este caso en agua, tolera peor el frío que el que se cultiva en el suelo.

Romero

El romero puede introducirse también en agua para que enraíce. Cortaremos unos tallos de unos 15 cm y le dejaremos sólo las hojas de la parte superior. En 1 o 2 semanas deben comenzar a aparecer las raíces. En dicho momento habrá que plantar el romero en tierra o en una maceta.

Perejil

El perejil no puede faltar en la cocina. Esta hierba aromática es de fácil cultivo y también podemos iniciar su propagación colocándola en un recipiente con agua. Cambiaremos el agua cada pocos días en cuanto veamos que toma color. Cuando aparezcan las raíces pasaremos las plántulas a una maceta o al jardín.

Menta

La menta, sobre todo en primavera y verano, es facilísima de propagar de esta manera. Cortaremos unos tallos y los pondremos en un vaso con agua junto a una ventana. En época de calor veremos que comienza a echar raíces a los pocos días, en invierno puede tardar hasta 2 semanas.

Melisa

De la misma manera actuaremos con la melisa. Cortamos unos tallos de 5-7,5 cm de longitud y dejamos sólo las hojas de arriba. Necesitará una buena exposición a la luz y que le cambiemos el agua cada pocos días.

Estevia

La estevia, tan de moda en la actualidad, también puede iniciar su crecimiento en un simple vaso de agua. Podemos esperar a que tenga un buen enraizamiento como vemos en el ejemplo antes de plantarla en el suelo. Después podemos aprovecharnos de sus virtudes edulcorantes como sustitutivo del azúcar.

Lechuga

También podemos aprovechar el tronco de la lechuga que hemos comprado para hacerla volver a crecer. Colocamos el tallo en un plato o recipiente llano con unos 2,5 cm de agua y lo ponemos al sol. Cada 1-2 días cambiaremos el agua y al cabo de 10-12 días habrá echado nuevas hojas aunque desde luego nunca alcanzará su tamaño anterior.

Apio

Con el apio podemos hacer exactamente igual, dejamos unos 5 cm de tallo y lo colocamos en un recipiente con agua, agua que cambiaremos cada día. En una semana debe haber echado raíces y podremos plantarlo en el jardín o en una maceta con un sustrato rico en materia orgánica.

Espinacas

Las espinacas también se pueden reproducir de esta manera. Necesitaremos tallos frescos, un estimulante del crecimiento de las raíces y agua. En unos 10 días en agua deben echar raíces suficientes para que podamos plantarlas en el suelo o en una maceta.

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