¿Te gustaría cultivar tus propias verduras y hortalizas en casa? Decántate por tener un huerto urbano en la terraza, patio o jardín, para tener así tus propios vegetales libres de pesticidas y de productos tóxicos. A continuación, te mostramos cómo conseguirlo y que se convierta en una experiencia enriquecedora. Además, te mostramos cómo hacer tu propio huerto.
Huerto urbano: autoconsumo
Cada vez hay más personas que apuestan por tener un huerto en casa para el autoconsumo. Es una manera de obtener productos más sanos y también reducir el impacto de los procesos de cultivos en el medio ambiente.
Ventajas de tener un huerto urbano
Al tener un huerto urbano, tal como hemos dicho antes, puedes cultivar tus alimentos de manera natural sin sustancias químicas. Otra de las ventajas de tener un pequeño huerto en casa es recuperar la relación con la naturaleza, y así tener mayor conciencia de que hay que cuidar el medio ambiente.
Un pequeño huerto en casa estimula el autoconsumo. Si aún no lo has experimentado, te sorprenderá lo bien que se siente comer lo que uno mismo cultiva. Además, dejas de impulsar el consumo masivo.
Otra de las ventajas que nos ofrece esta experiencia es que al estar en contacto directo con la naturaleza nos permitirá relajarnos y reducir el estrés al pasar más tiempo al aire libre.
Dónde ubicar el huerto urbano
El primer paso para crear un huerto urbano es decidir dónde colocarlo. Es muy importante acertar con su ubicación, ya que este factor determinará el éxito o fracaso del proyecto. A continuación, te damos algunos tips:
- Debes buscar un sitio soleado, donde cuentes con luz natural el máximo de horas posibles durante el día.
- Es imprescindible contar con una toma de agua cercana para poder regarla a diario.
- Será necesario que el agua del riego sobrante se canalice hacia una salida o desagüe.
- Este espacio se ensuciará con facilidad (podas, trasplantes, riegos), para que no represente un problema delimita el espacio con tiestos o jardineras.
Diferentes tipos de huertos urbanos
Según el tipo de superficie y la manera de cultivar, podemos clasificar los huertos urbanos en 3 tipos: mesas de cultivo, huertos de suelo y huertos verticales.
Mesas de cultivo
Las mesas de cultivo son estructuras elevadas que permiten cultivar sin tener que arquear la espalda, algo que se agradece sobre todo cuando ya no tenemos 20 años. Además, las mesas de cultivo nos permiten sembrar gran cantidad de plantas en poco espacio. Son ideales para terrazas y hasta balcones.
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Podemos encontrarlas en diferentes materiales: madera, PVC y acero. Todas dan buenos resultados, aunque las preferidas por una gran mayoría son las mesas de cultivos de madera. Y es que al ser un material natural aísla mejor las raíces de las plantas del calor externo.
Estas son algunas de las ventajas de las mesas de cultivo:
- Mayor espacio para cultivar hortalizas y verduras.
- Más comodidad. Son adecuadas para personas mayores y con discapacidad motora.
- Las mesas de cultivo facilitan el riego y drenaje.
- Existen modelos de tamaños reducidos que son similares a carritos auxiliares. Son adecuados para plantas aromáticas como perejil, albahaca, etc.
Huertos de suelo
Si tienes suficiente espacio en tu patio o terraza, tal vez puedas cultivar tus plantas directamente en el suelo. Las plantas pueden ir al ras del suelo, aunque también podemos utilizar cajas de cultivo, que son estructuras (generalmente de madera) que se colocan en la tierra y terminan viéndose como si se tratara de jardineras. A estos últimos se los conoce también como huertos de suelo elevados.
Huerto urbano vertical
Si no cuentas con mucho espacio te puedes decantar por un huerto urbano vertical. De esta manera se aprovecha el espacio hacia arriba. Podemos cultivar plantas aromáticas, hortalizas y verduras. Existen sistemas modulares específicos para el cultivo vertical, ideales como para una pequeña terraza o balcón.
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